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El estrenmo de "Cielo Abierto" en Catamarca.


El auditorio del Ameriam Park Hotel estaba colmado de público para ver “Cielo Abierto”, la película dirigida por el riojano Carlos Ruiz. También entre los asistentes se encontraban militantes ambientalistas de la Rioja y de nuestros departamentos de Andalgalá, Tinogasta y Belén entre otros.

“Cielo Abierto” es en un principio la crónica de la lucha de muchos riojanos por defender su capital más preciado: el agua. Cuya pureza y existencia se ve amenazada por el emplazamiento de una mina a cielo abierto para explotar oro y otros minerales justamente en los glaciares y conos de eyección que proveen de agua de deshielo a las poblaciones rurales de la región.

El relato transcurre a través de dos o tres entrevistas muy bien hechas a los protagonistas de la historia, y cuenta con un interesante material de archivo que evidencia en muchos tramos del filme los tejes y manejes políticos de nuestros representantes. Como aquí, en Catamarca.

En la nota anterior hablábamos del valor del documental y su uso como propaganda política. “Cielo Abierto” cumple este objetivo, tiene un discurso claramente dirigido que genera la empatía con los protagonistas de esta historia. La gente reaccionó de manera positiva y fue para muchos un ejemplo de lo que se debe hacer. Muchas personas del público se emocionaron hasta las lágrimas, otras tantas se encantaron con la presencia en la sala de los actores de esta historia.

Quizás como productor y editor de otro documental, que es “Asecho a la Ilusión”, la asistencia a este estreno me provocó algunas sensaciones que empezaré a describir. En primera instancia ver la inclusión de fragmentos de ” Asecho a la Ilusión” en otro material documental no me resultó novedoso. Pero si conmovedor en función del porqué de la inclusiónl. Resultó que en el marco de una proyección de “Asecho a la Ilusión”, en la Rioja, se inició un debate que terminó desembocando en una verdadera asamblea. Como audiovisuaslita, ver plasmado esto en un documento fílmico de un colega me pareció impactante.

Otro de los aspectos a rescatar de aquella noche fue el valor de convocar público nuevo. Aunque la mayoría de lo que estábamos presentes tiene vinculación con la lucha en contra la mega minería, hubo casos de algunas personas que, desconociendo la problemática, fueron sensibilizadas por el documental. Es que en nuestra provincia hay un vaciamiento informativo sistemático. A la salida del evento alguien asombrado supo decir que: “como los riojanos luchan por su tierra y en Catamarca nadie hace nada”. Seguramente es un comentario resultante justamente de este vacío informativo existente. Que logra el olvido de los numerosos cortes de ruta, presos, gente que quedó sin trabajo y hasta sus tierras por estar en la lucha. Belén, Andalgalá y Santa María saben del riesgo social que significa oponerse al oficialismo.

Por otro lado una adolescente habló de cómo en las escuelas se les enseñan como la minería trae el progreso. Se la notaba totalmente consternada por el choque de información.

En fin, “Cielo Abierto” tiene el mérito de actualizarnos sobre lo que pasa con nuestros recursos no renovables. No es un documental brillante, pero funciona. Porque su valor no radica en su riqueza audiovisual sino en el fin de la proyección, en el debate generado y el intercambio de ideas. Si con “Asecho a la Ilusión” buscamos golpear al espectador en lo más profundo de nuestra humanidad, “Cielo Abierto” de Carlos Ruíz nos reclama, dos años más tarde, organización y perseverancia en la defensa de nuestro patrimonio.

Muy bien por Carlos y su equipo.

Para Cine Interior

Diego Jiménez

Line producer y Montajista de “Asecho a la Ilusión




Material Filmico tomado de: http://cieloabierto-famatina.blogspot.com/